La evaluación de riesgo en Auditorías Alimentarias se ha convertido en uno de los principales motivantes para las empresas competentes en la industria alimentaria, en busca de conseguir las mejores prácticas y alcanzar unos niveles de calidad y seguridad máximos.
Te mostramos cómo realizar el enfoque preventivo y la gestión del riesgo en Auditorías alimentarias para que puedas conseguir los máximos estándares y certificar la fabricación de alimentos y las buenas prácticas en tu empresa.
¿Qué es una Auditoría Alimentaria?
Una Auditoría Alimentaria se define como el proceso sistemático, independiente y documentado que se realiza para evaluar si las actividades y resultados relacionados con la calidad y seguridad alimentaria cumplen con las normativas establecidas. Estas Auditorías son esenciales para garantizar que los productos consumidos sean seguros y cumplan con los más altos estándares de calidad.
Gestión del riesgo en Auditorías Alimentarias
La gestión del riesgo en Auditorías Alimentarias es una de las partes más importantes para que una empresa pueda garantizar la seguridad y calidad en sus productos. Para esto, y por norma general, las empresas del sector utilizan un enfoque preventivo, en busca de anticiparse a cualquiera de los posibles problemas o incidentes que puedan aparecer durante el proceso.
La importancia del enfoque preventivo en la Industria Alimentaria
Hoy en día, la gestión de calidad y seguridad alimentaria no solo se basa en solucionar problemas, sino en prevenirlos. Adoptar un enfoque preventivo permite identificar y mitigar riesgos antes de que se conviertan en problemas reales, salvaguardando así la salud de los consumidores. Es aquí donde el control de calidad y seguridad alimentaria se vuelve esencial, ya que permite asegurar la conformidad y el cumplimiento de normativas, y al mismo tiempo reduce los costos asociados con fallos en la producción o posibles litigios.

Sistema de Análisis de peligros y puntos de control crítico (APPCC)
El sistema APPCC es una herramienta fundamental en la gestión de la calidad y seguridad e higiene alimentaria. Es un enfoque estructurado que se centra en la identificación y control de aquellos puntos críticos que pueden afectar la calidad del producto.
Incorporar el APPCC en tu empresa favorecerá tanto la producción como el mantenimiento industrial a realizar en la planta productiva. A continuación, desglosamos punto por punto todos los aspectos clave de este sistema de gestión del riesgo en Auditorías Alimentarias.
Control de aguas
El agua es un elemento vital en muchos procesos de producción alimentaria. Garantizar su calidad, evitando contaminantes o patógenos, es esencial para el control de calidad y seguridad alimentaria.
Limpieza de instalaciones
Las instalaciones limpias son la primera barrera contra la contaminación. En SZ Industrial, te ayudamos a establecer protocolos de limpieza que minimizan el riesgo de contaminación cruzada.
Mantenimiento
El correcto mantenimiento de maquinaria e instalaciones no solo prolonga su vida útil, sino que también previene fallos que puedan comprometer la seguridad alimentaria.
Planes de desinfección y desinsectación
Los planes regulares de desinfección y desinsectación garantizan que las instalaciones estén libres de plagas y microorganismos patógenos, garantizando la gestión de calidad y seguridad alimentaria.
Planes de formación a trabajadores
Un trabajador bien formado es un activo invaluable. Desde el Auditor de calidad y seguridad alimentaria hasta el operario en planta, todos deben estar al tanto de las mejores prácticas y procedimientos.
Control de la trazabilidad
Saber exactamente de dónde provienen los ingredientes y cómo se han procesado es esencial. El control de trazabilidad garantiza la transparencia y confiabilidad del proceso productivo.

Buenas prácticas de higiene (BPHs)
Dentro del universo de la calidad y seguridad alimentaria y de la gestión del riesgo en Auditorías Alimentarias, las Buenas Prácticas de Higiene (BPHs) se destacan como un conjunto de procedimientos y acciones que garantizan la limpieza y salubridad en todas las etapas de producción y manipulación de alimentos.
Estas prácticas son fundamentales para minimizar los riesgos de contaminación y asegurar que los productos alimenticios sean seguros para el consumo. A continuación, te presentamos algunas de las BPHs más esenciales que cualquier entidad en la industria alimentaria debería adoptar y seguir rigurosamente.
Higiene de manos
Una correcta higiene de manos previene una amplia gama de enfermedades. Las manos son una de las principales vías de transmisión de patógenos.
Mascarilla obligatoria
En entornos donde se procesan alimentos, el uso de mascarillas reduce el riesgo de contaminación aérea.
Notificar las enfermedades o malestares
Si un empleado no se siente bien, debe notificarlo. Este simple acto puede prevenir brotes y garantizar la seguridad de todos.
Cubrir las zonas con pelo
El pelo puede ser fuente de contaminación. Cubrir zonas con pelo, como cabeza y barba, es esencial en áreas de producción.
Evitar el uso de accesorios
Accesorios como joyas pueden ser focos de contaminación debido a que retienen muchas bacterias y posibles agentes patógenos. Es vital evitar su uso en zonas sensibles.
No utilizar la ropa de trabajo en otros entornos como la calle
La ropa de trabajo debe ser exclusiva para el área de producción, evitando así el riesgo de introducir contaminantes externos.
No fumar en las zonas sensibles
Las partículas tóxicas del tabaco pueden contaminar los productos alimentarios en caso de contacto del humo con ellos en la zona de producción. Por ello es imprescindible cumplir las normas de no fumar de manera estricta.